Wish

Wish: Una tibia celebración de los 100 años de Disney

Qué significa tener un sueño, mirar el cielo por la noche y pedirle un deseo a una estrella. Esta fue la poderosa idea que dio origen a Wish, la última película de Disney que se estrenó justo para los 100 años del gigante de la animación (el aniversario fue en octubre de 2023, exactamente), y que quizás, con ese tremendo peso bajo sus hombros, se siente simplemente entretenida o “improvisada”, según Los Angeles Times, pero lejos de ser como uno de esos grandes filmes de Disney, que te inspiran y regalan personajes memorables.

La trama es la siguiente: En la isla encantada de Rosas, situada en algún lugar del Mediterráneo, la joven Asha y su familia reciben a los visitantes de todas partes del mundo, quienes vienen a vivir con la ilusión de que su rey, Magnífico, guapo, encantador y muy narcisista, proteja sus sueños. Así están seguros de que estos no quedarán en el olvido y saben que, en algún momento, el monarca se los podría conceder en una ceremonia especial. Muy pronto, Asha se da cuenta de que las intenciones del rey no son tan altruistas como suenan e inicia un viaje para liberar esos deseos de sus garras y devolvérselos a sus seres queridos, especialmente a su padre y su abuela. La acompañan una pandilla de amigos, y lo que es más importante, una estrella que baja del cielo: recordatorio del ímpetu de su corazón.

Es una idea bonita y muy en el ADN de Disney para celebrar sus 100 años. Pero aunque Asha cumple su propósito, y al final Magnífico es derrotado, parece que algo le falta a esta historia. Para Katie Walsh, de LA Times, el problema es que la historia es demasiado general. Y, creo que tiene razón por la gran cantidad de ideas que despierta, pero que ni el propio filme se propone responder. Es verdad que solo es una película de Disney, pero vamos por parte.

Wish es una historia sobre desear, sobre no perder esa ilusión que nos mantiene vivos y define nuestro propósito en la vida, quiénes somos (un poco como Soul, de Pixar). Pero también es una historia sobre la libertad y la autonomía, sobre la confianza depositada en un otro para cuidar esos sueños (encarnada en Magnífico); y lo que eso conlleva en términos de libertad. Lo curioso de Wish es que este anhelo por hacer los sueños realidad está limitado por un rey malvado, al estilo de Jafar en Aladín, y hay algo político en ello. ¿Por qué le cedieron sus sueños en primer lugar? ¿No es un bien demasiado preciado? Y ahora que Asha les propone a los demás recuperarlos, ¿qué pasará con esos sueños? ¿Y si los anhelos personales son demasiado complicados para manejarlos al interior de la comunidad? ¿O si no se pueden cumplir? La película simplemente no se involucra con estas preguntas, siendo que una de las mejores partes es cuando todos se enfrentan a ese poder.

Para la crítica de New York Times, «curiosamente –y de forma bastante fascinante– se trata de una película sobre una revolución espiritual», y concuerdo en que esta idea de la revolución y de Asha y de toda la comunidad uniendo sus voluntades para acabar con Magnífico es lo mejor de la película (la escena final me pareció potente en este sentido, ya que el arma era el deseo, la energía), pero no estoy segura si eso es lo que realmente quiere decir la película. Me gusta la idea de estos personajes tomando conciencia de su propio poder, desafiando los obstáculos que los limitan (incluso con su pensamiento para movilizar montañas). Me hace pensar que este Magnífico, que es tan egocéntrico, podrían ser las redes sociales y ese deseo permanente de lucirnos, de mostrar una imagen bonita… Pero no creo que esa haya sido su intención. No hay ninguna pista que aluda a esa «revolución espiritual».

De los personajes, apenas sabemos cuáles son sus sueños o sus problemas… Asha es el único que se desarrolla en mayor profundidad, pero tampoco tanto. Aunque la película tiene encanto y hay escenas divertidas (como la de los pollos o los toques de humor de la cabra que se pone a hablar), Disney no logra emocionarnos como en otras de sus películas. La canción When you wish upon a star, de Pinocho, que se supone inspiró el filme, sigue siendo mucho más emotiva. El tema de los sueños sigue estando disponible para una próxima historia.

Crédito de la imagen: Disney

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