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Diálogos sobre cine: Oppenheimer

Consu: Algunos medios han dicho que esta podría ser la gran obra de Christopher Nolan. Como una consecución de todas sus otras películas. ¿Compartes esta idea?

Cris: Sí, yo no podría decir lo mismo. Creo que está al mismo nivel que las películas anteriores. Tendría que volver a mirar en detalle las otras para decir que esta es la mejor, pero lo que más destaco como primera cosa es el estilo de Nolan: cómo construye su suspenso, cómo construye al personaje, el montaje que utiliza, rápido, combinando tiempos, también con estas escenas apoteósicas, uno se puede acordar de Inception, Interstellar, de las Batman, mucho de su cine.

Consu: También me recordó a Dunkerque, en varios momentos, había sonidos por detrás, como tensos e in crescendo Me hizo recordar esas escenas cuando los aviones iban volando, porque se transmitía una sensación de gravedad, no sé cómo explicarlo. Pero sí se nota el cine de Nolan.

Cris: Yo creo que simplemente la película es muy buena. Para mí es como otra más, así de buena. Quizás lo que tiene de especial es que ésta está basada en un libro y en una historia real. Es un personaje histórico, y nos cuenta una historia que no es tan conocida, al menos para los más jóvenes y nos hace entenderlo muy bien. ¿Qué te pareció a ti?

Consu: También me gustó mucho la película. La experiencia se me hizo un poco larga, pero quizás es porque tengo también esa cosa de nuestro tiempo de aguantar pocas horas, pero sí me gustó más que otras películas de Nolan, en donde la angustia o la forma era muy, muy importante. Esta es una biografía, mezcla historia con ficción cinematográfica, no como otras películas de Nolan que se sienten como complejas, o dan la sensación de que al director le gusta lo difícil o lo complicado. Aquí creo que entra en un terreno más llano a las audiencias.

Cris: Puede ser, aunque también hay harta referencia a las fórmulas.

Consu: Sí, es verdad, pero a ver… si la dividimos por partes, creo que se pueden encontrar como tres películas en una. Primero se trata de este gran físico J. Robert Oppenheimer, que es conocido por ser el creador de la bomba atómica. Él es un científico brillante, que estudió en Europa un tiempo, entonces conoce perfecto a todos los físicos de la época y es invitado a ser parte de un proyecto militar para hacer posible esto que está en fórmulas, crear una bomba, y creo que hasta ahí la trama tiene un suspenso muy claro, que a mí me encantó. Como hacer realidad esto que parece imposible. Después hay un capítulo final, luego de que se lanza la bomba, en donde Oppenheimer junto al personaje de Robert Downey Jr., Lewis Strauss, un oficial naval estadounidense que sirvió en la Comisión de Energía Atómica, entran en otro ritmo, muy intenso. A mí me pasó que viendo esa parte sentí esa cosa Nolan de la inquietud, porque hasta el momento de la prueba, el motor de la película era el deseo de que la bomba funcionara. Así se los ve celebrar mucho, lo que me pareció un poco exagerado, pero creo que después viene como la vuelta de mano en esta parte final, como de poner en cuestión qué victoria es esta, como quién es Oppenheimer, o quiénes son los seres humanos para creer que pueden desafiar las reglas de la naturaleza, y eso se sintió intenso, más del cine Nolan del que yo no soy tan fanática.

Cris: Sí, totalmente. O sea, el momento clave ahí es, independientemente de que la intensidad se incluye de manera más sutil antes, como por ejemplo, al inicio cuando entre medio de los planos, van apareciendo unos planos rápidos con chispas que anuncian una explosión, el momento clave es cuando él da el discurso de felicitaciones frente a su equipo. Un discurso victorioso luego del éxito del lanzamiento de la bomba, y le empieza a tiritar el fondo, o la vida, o el mundo. Como que ya no puede sostener mucho su discurso. Se nota que no se está creyendo mucho su celebración de lo que pasó, él mismo está acomplejado por el tema. Sabemos que ahí la persona que muestran, cuya piel se empieza a descascarar es la hija de Nolan, y dio una entrevista explicando por qué la escogió a ella (se trata de Flora Nolan (22), y el director comentó a The Telegraph que el punto de haber puesto a su hija ahí es que “si tú creas el poder más destructivo que existe, este también va a destruir a tus más cercanos y a tus seres queridos”). Y claro, desde ese momento más tembloroso entramos a este otro juicio que pone más el dedo en la herida, sobre esa culpa y el deslinde de la culpa de los oficiales estadounidenses, que se tiran la pelota para ver quién debería sentirse más culpable y todo esto mezclado con la Unión Soviética, que es otro tema más.

Consu: Sí, la presencia del comunismo y de la Unión Soviética me pareció bastante en la película. Yo no sabía tanto de la historia de Oppenheimer, pero me hizo pensar mucho que ahora estamos en guerra, Rusia está en guerra, se está discutiendo lo de la inteligencia artificial y me gustó que la película entrara en esa discusión ética y política, del ser humano queriendo controlar en exceso la naturaleza, y también añadiendo política en la trama. Eso me pareció interesante, que la película coincidiera con este momento en donde están pasando esas dos cosas.

Cris: Y ahondando en uno de esos puntos, cómo se representa la guerra y la postura que toma la película, creo que hace un buen trabajo en balancear. Pese a lo difícil que es, en este tema en específico, vemos la celebración, pero también vemos el remordimiento. También vemos los argumentos. Parece por un momento que efectivamente es necesario tirar la bomba para terminar con la guerra, como que nos hacen pensar ‘claro, qué habría pasado sin la bomba, cuántos habrían muerto en la batalla’. Por otro lado, uno siempre piensa si es más honorable eso o matar a los civiles que no tienen nada que ver. Si los soldados tienen más que ver que los civiles, en fin, como el sinsentido de la guerra, eso está mostrado creo yo. Antes de ver la película pensaba si las reacciones buenas que ha tenido la peli tendrán que ver quizás con alguna postura, y a pesar de que parece más pro Estados Unidos yo diría, ese es el ángulo de la película, nunca se metió en el otro lado, la película está reducida a la vida de él, el ángulo siempre está con él en el plano.

Consu: Sí, comparto el esfuerzo por poner matices. Se nota el esfuerzo por mostrar el sentimiento de éxito, pero también el de culpa. Pero también siento que queda de manifiesto que ambos lugares son conflictivos para ese hombre, porque ser mártir es como pobrecito, le tenemos un poco de compasión y el otro es como una postura soberbia, entonces siento que en ambos lugares, Oppenheimer pierde, y quizás en ambos lugares Estados Unidos pierde también. Siento que quizás queda esbozada la pregunta, pero el director sí mantiene creo yo la tradición de películas de Estados Unidos, en donde la bandera queda como muy bien parada. Hay escenas de celebración que hemos visto en otras películas, y me hizo pensar en Sin novedad en el frente, en donde el director decía muy claramente que aquí Alemania no tiene nada que celebrar, y por eso nadie sobrevive… No está ese punto de vista en esta película, tan claro.

Cris: No, no. Es complicado, porque para determinar ese punto hay que ir a la guerra y en un contexto de guerra, quién tiene la razón o quién está haciendo lo bueno, es difícil… La película también pone en cuestión al propio Oppenheimer en las preguntas que le hacen en esa especie de juicio, como ‘cuándo fue que te empezó a molestar éticamente el uso de las bombas, porque en el 45 no, que fue cuando se jugó tu reputación, pero después sí, y por qué después sí, por qué antes no’, como que no hay respuesta. Y bueno, una parte que se puede tomar como crítica, no tan poderosa, pero contundente en la postura del país, es en la reunión que él tiene con el presidente. Es un bebé llorón, Oppenheimer, frente al presidente, por sentir esa especie de culpa, por decir que tiene las manos con sangre. Para el presidente no era tema.

Consu: Claro, ahí hay ironía. Y, en términos visuales, ¿qué te pareció a ti? Yo creo que la película está muy, muy bien hecha. Salía en los créditos que Christopher Nolan adaptó el guion de un libro –American Prometheus, biografía escrita por Kai Bird y Martin J. Sherwin–, creo que el guion cumple un rol muy relevante en la película. Hay muchas conversaciones, que le van aportando matices a la historia. Están estas conversaciones con Albert Einstein, que también son muy interesantes. Siento que la película va volviendo a sus diferentes tramas en ondas, como esa escena al inicio, donde se ven las gotas de agua cayendo y cómo van creando ondas, como que siento que la película giraba como en ondas también y me gustó mucho cómo empezó. Me pareció muy, muy bonita la manera de partir, muy sugerente.

Cris: Sí, me encantó. Una de las cosas que me impresiona es el montaje, la cantidad de planos, no sé cuántos son, pero salta muchas veces de un lado a otro. También en términos temporales, pero en cuanto a lo espacial es como bien constante. Quizás salvo en la parte de las preguntas, del interrogatorio a Oppenheimer en la segunda mitad de la película, pero también ahí se mueve un poco. Está también la diferencia entre color y blanco y negro, que lo deja para mostrar cómo vivió Lewis Strauss (Robert Downey Jr.) su propia trama después de la guerra.

Consu: Es bueno ese recurso y me encantó la actuación de Robert Downey Jr.

Cris: Bueno, la caracterización también, cómo se veían los personajes. Es muy creíble todo, los científicos, también cuando están con más edad. Harta expresión visual del protagonista. Explotan harto los ojos, cómo mira, qué cara pone, la postura y me llamó también harto la atención las escenas bonitas, pero también terribles, donde muestran el fuego, que tiene esa dualidad de sensaciones, cuando hacen la prueba y muestran esos planos un poco en cámara lenta, como mostrando solo la explosión, que es atractiva de mirar. Es una cosa medio de pirómano, pero que le pasa a uno cuando se pone a mirar el fuego en una fogata, por ejemplo, genera algo de fascinación, de no entender qué diablos uno está mirando.

Consu: Ese sentimiento de lo sublime, que es esa emoción de sentir que uno está frente a algo que te podría quitar la vida, pero como no te la está quitando en el momento, y tú lo puedes contemplar, te genera esa emoción de lo sublime. Eso era bonito de la película, creo como observar la atracción que produce la ciencia y de seguro al director le encanta la ciencia, porque todas las temáticas giran en torno a eso y es realmente increíble todo lo que el ser humano ha logrado y puede lograr. A mí me impresiona, visualmente, y también el potencial daño. Como que la película quiere ser épica, porque está mostrada de una manera bella, pero también pienso qué pasa si alguien comete un error y se produce una gran catástrofe. Está bien hecho el guiño a Prometeo, que desafió a los dioses al entregarle el fuego a los humanos.

Cris: Como cuando estaban montando la bomba, ahí sí la cámara se queda mostrando cómo lo hacían lentamente, como que si se le cae algo a alguien pueden morir todos. Es así de clave.

Consu: La escena de la prueba es muy buena, cuando están haciendo la cuenta regresiva, que no sé cuántos minutos habremos sentido nosotros en realidad, pero se sienten muchos y pensar que eso realmente pasó, es una gran historia. Buen material cinematográfico.

Cris: Claro, además que también es buena elección poner… pese a que todos sabemos el final, el hecho histórico más esperado de la película ya todos lo conocemos, entonces ahí igual hay un desafío de mantener la atención, porque ya sabíamos lo que iba a pasar. De hecho, eso le da más sentido a que la historia, al final de la película, sea el juicio hacia Oppenheimer y no la bomba, que es un clímax en la película, cuando explota, y aún así después tenemos otro. Buenísimo.

Consu: Sí, sí, logró eso Nolan.

Cris: Claro, y poner ese dato de que ellos sabían que la posibilidad de la explosión del mundo entero básicamente no era nula, sino que podía pasar, obviamente nos hace pensar en la tontera del asunto. O sea, por terminar una guerra se tomó una decisión que abría una posibilidad de que se acabara todo, y siguieron adelante igual.

Consu: Bueno, y de hecho hay momentos en donde se muestra una imagen de la tierra empezando a cubrirse poco a poco de fuego y visualmente es muy potente, difícil de olvidar. Recuerdo que mientras veía la película pensé varias cosas, pero no podía tomar notas.

Cris: Bueno, toda la parte de las deliberaciones científicas no se hace latera. Hay un mérito, pese a que uno no entienda bien qué están discutiendo…

Consu: Sí, se hace un buen trabajo. De hecho, hay una escena muy bonita en donde él explica que todos somos en esencia vacío, eso significa que de acuerdo a algunas leyes, que son me imagino las de la gravedad, existe la pretensión de que somos una forma sólida, cuando en el fondo no es así, y en mi mente cuando ellos se tomaron las manos en esa escena junto al personaje de Emily Blunt me puse a imaginar lo que sería atravesarle las manos a alguien que amo y me pareció muy bonito, cómo lograron llevar a la práctica eso tan difícil de entender.

Consu: Estaba pensando también, que quizás lo que la hace una buena película es que trata tantos temas complejos al mismo tiempo. Es bien contundente.

Cris: Claro, porque hay un tema de la humanidad jugándose la vida, de la historia, y el otro es su vida personal que también se muestra en todas las facetas. Es como se le describe en el inicio del entre comillas juicio, como mujeriego, comunista, y eso también es sorprendente. Si uno venía con un prejuicio a ver la película, desde que te dicen que Oppenheimer está organizando a los trabajadores y que es cercano al Partido Comunista, el tipo que creó la bomba para Estados Unidos, como que de inmediato te mete en un problema. Si querías ver al villano muy claro, como este tipo que tiró la bomba, qué se yo, por el capitalismo, y resulta que él tenía una afinidad con el Partido Comunista y quería que la información se compartiera con la Unión Soviética…

Consu: Claro, esa es otra capa de la película. Entra bastante en la historia, da datos, entra en este tema más ético moral, como de las preguntas importantes de la humanidad. La guerra misma está mostrada, que también creo que es una afición de Nolan, la guerra o las armas. Y la política también. Un poco el amor… no, no tanto, en realidad, ¿quizás un acompañamiento?
¿Qué te parecieron los actores, Cris? Yo no conocía al actor que hace de protagonista.

Cris: Sí, ha hecho personajes secundarios en las películas de Nolan. Era un típico malo en las tres de Batman, el Espantapájaros, también está en El origen y Dunkerque, pero no había tenido un protagónico. Nolan dijo en una entrevista que ahora era el momento del protagónico, era el ideal.

Consu: Es un tremendo actor. Además, tiene ciertos rasgos que lo hacen ser frágil y fuerte al mismo tiempo, y esa mezcla creo que es muy buena.

Cris: Algunos momentos que se pueden destacar son los de duda, cuando tiene que responder o se sabe que tiene en la cabeza el desastre que dejó su proyecto y tiene que seguir adelante. En ese estar contrariado… en otros momentos también es bien neutral. El personaje no es muy histriónico, digamos.

Consu: Es como verbalmente ingenioso. ¿Y qué te parecieron los personajes de las mujeres de la película?

Cris: Me gustaron, o sea creo que el de Florence Pugh está muy ligado al deseo, es como la femme fatale de su vida, como lo prohibido, lo que no tiene mucho destino, lo que no va a pasar. Termina en una tragedia… la dinámica entre ellos dos creo que funciona muy bien, de coqueteo.

Consu: Interesante, pero quisiera ver a Florence Pugh en un personaje no intenso. Aunque a ella le gusta solo aceptar papeles intensos. Pero me encantó Emily Blunt.

Cris: Estuvo bien y va agarrando fuerza ese personaje. Pasa de un poco como…

Consu: Sin mucho espacio, no tiene muchos minutos…

Cris: Pero va sacando las garras sobre todo cuando ve a Oppenheimer en peligro, cuando ve que le están pasando por encima y tiene esa molestia con su falta de carácter. Le reclama o lo regaña por no hacer gestos que demuestren su molestia o expresar que se está cometiendo una injusticia, como poner los puntos ahí. Se frustra ella por eso y lo comunica muy bien.

Consu: ¿Y los personajes de Robert Downey Jr. y Matt Damon?

Cris: Él también me gustó, Roberto Downey Jr., lo hace muy bien.

Consu: A mí él me encantó, para mí los sobresalientes serían él, Emily Blunt y el personaje principal, Cillian Murphy.

Cris: Sí, estoy de acuerdo. El de Matt Damon…

Consu: Es un personaje que hemos visto.

Cris: Sí, lo hemos visto harto.

Consu: Como que le queda bien.

Cris: Hasta de look.

Consu: Exacto.

Cris: El que fue sorpresivo y muy bueno, y uno se preguntaba por qué lo tienen en un papel tan chico es Rami Malek. El ganador del Oscar a Mejor Actor siendo un personaje al que se le caen las cosas, que no habla, un asistentucho por decirlo así, que es como sorpresa. No aparece en el cartel ni nada y al final de la película está la razón de por qué eligieron a ese actor, por qué eligieron a alguien de ese peso, siendo él quien le pone la daga que faltaba a Robert Downey Jr. Faltaba la persona que hiciera la denuncia así tan contundente.

Consu: También hay algunos científicos, físicos, muy buenos como el personaje de Edward (Benny Safdie), el que estaba en contra siempre y era el más disruptivo y fue el que sugirió primero hacer la bomba de hidrógeno. Él hace un buen papel y físicamente como que aporta un poco de locura científica, como que está siempre sudando. Quiere llevar las cosas más al límite y me gusta mucho la relación que tiene con Oppenheimer, que fue cortita, pero de cierto gusto por la ciencia. Eso de nos vamos a reunir una hora, a discutir e imaginar cómo suceden las cosas, porque uno nunca tiene acceso a estos espacios científicos, fascinantes, la inteligencia humana.

Cris: Sí, eso está súper bien representado. También al principio, cuando empieza a dar su clase de física con un alumno y se va llenando la sala, y uno lo entiende porque se ve tan interesante todo lo que se está hablando ahí. Se podría pensar como una especie de homenaje a la universidad, al conocimiento, como a ese atractivo que tiene cuando se hace bien, cuando el profesor es alguien interesante, cuando lo que se explica es algo interesante.

Consu: Es que es interesante porque hay mucho en juego y cuando uno está viviendo su época, es difícil saber qué es lo que está realmente en juego en este momento. ¿Será la inteligencia artificial? ¿Estarán pasando esas mismas conversaciones ahora? ¿Dónde está ese poder? Eso es interesante de la peli.

Cris: Bueno, eso lo toma un poco esa conversación secreta entre Oppenheimer y Einstein, donde le dice esta cosa del futuro. Al final es el tiempo el que termina definiendo cuánto se valora lo que uno hace, lo que la persona hace, no el presente. Hace falta una distancia para poder evaluar.

Consu: Claro, ¿y te deja satisfecho el final de la película?

Cris: Sí, es como apocalíptico, como eso de que efectivamente destruimos el mundo…

Consu: ¿Tú crees que esa es la opinión de Nolan? Porque también tiene una película donde habla del amor y que el amor traspasa la velocidad de la luz, no recuerdo cómo era pero…

Cris: No sé, no sé muy bien qué pensar de eso, de ese mensaje final porque no pienso yo que el mundo esté acabado.

Consu: Ni que Nolan tenga una única opinión.

Cris: O sea, poniendo las cosas en perspectiva, yo no sé si hoy día estamos peor que en ese momento, pese a que existen las bombas atómicas hoy podemos decir que no se tiraron más, entonces ese discurso de que con estas dos que tiramos se va a entender que no hay que tirar más, hoy podríamos decir que sí, que eso efectivamente fue una consecuencia.

Consu: Cris, un tema importante, ¿qué te parece que no haya ninguna imagen de los japoneses?

Cris: Me gusta que haya pasado así. Cuando explota la bomba yo estaba esperando una escena más brutal de lo ocurrido en el lugar o quizás una toma desde el avión tirando la bomba, no sé, algo como más del momento, pero me gusta que Nolan no haya querido ir tan lejos porque demuestra la conciencia de que es una historia demasiado grande para abordarla. Él está diciendo ‘mira esta película es de este hombre…’, porque eso podría ser otra película. La caída de la bomba o qué sé yo, si uno toma la perspectiva de las personas ahí.

Consu: De hecho. hay un libro, Hiroshima (John Hersey, 1946) de relatos de personas en distintos puntos de la ciudad del que se podría filmar una película (de hecho, James Cameron ha señalado que está interesado en tomar ese desafío). Hay personas que pueden pensar que la película muestra el logro de Estados Unidos al crear esta bomba, las celebraciones, pero no se hace totalmente cargo del daño, tal vez porque considera que lo que ocurrió fue un triunfo como recién dijimos.

Cris: Es una postura válida, pero creo que hubiera sido mucho, entiendo la decisión estética de no salirse del ángulo del que se estaba mostrando todo, porque hubiera sido como una intervención. Nuestro primer approach de la guerra, de la guerra sucediendo, sería la caída de la bomba y la muerte de la gente… se podría haber hecho, pero entiendo que Oppenheimer no lo vio pasar tampoco. Él recibió la noticia por la radio.

Consu: Claro, es verdad, o sea, si uno piensa en la historia no era consecuente, porque de hecho desde que se lanza la bomba queda en evidencia que él queda un poco fuera también de donde se están tomando las decisiones y que eso le iba a traer problemas después, como el juicio que iban a hacer de él ya no iba a ser el mismo una vez que la bomba se utilizara. Entonces sí, tiene sentido desde ese punto de vista.

Cris: Yo creo que sí, o sea es una decisión que también se puede cuestionar desde lo entre comillas fácil, como no mostrarlo. Quizás la curiosidad o el morbo, no sé cómo llamarlo, de que uno esté esperando que nos muestren qué pasó con la bomba, como es un momento tan inimaginable, realmente inimaginable, entonces, como que uno quizás querría ver qué pasa cuando cae una bomba atómica en un lugar. Sabemos del hongo de humo…

Consu: No, y creo que lo que más me encantó fue entenderlo en términos físicos. Cuando uno ve una luz brillante muy fuerte y luego, segundos después, el sonido. Es una cosa increíble.

Cris: Como los rayos y los truenos.

Consu: ¿Crees que te quedas con una opinión balanceada de Oppenheimer? ¿Crees que Nolan quiso tomar este personaje porque le interesaba la complejidad de la psiquis del personaje o porque con este personaje podía contar esta historia? ¿Tú crees que es más bien es un homenaje? ¿Cuál es tu idea de eso?

Cris: Yo creo que la gran cosa es lo que te decía de los matices del personaje. Desde esa primera piedra de ser afín a los comunistas… si uno tenía una idea de que las cosas son lineales o blancas o negras, se desarma esa torre de inmediato. Y después ese juicio, y aparte crear la bomba…

Consu: Y además había otros matices, sobre todo al comienzo, de que él era políglota y parece que tenía facilidad para aprender idiomas distintos. Le interesaba el sánscrito. Hay una escena que muestra que está leyendo The Waste Land, de T.S. Eliot, le gustaba Picasso, era un tipo interesante, parece que a la altura de Einstein.

Cris: Hay un cuadro de hecho en que se quedó un poco la cámara (Mujer sentada con los brazos cruzados, 1937). Pero yo creo, sin conocer a Nolan por supuesto, que el personaje es fascinante porque tiene esa dificultad de leerlo claramente. Porque si la película es tan pro Estados Unidos como estamos diciendo que puede ser, resulta que el personaje es considerado también un traidor. Seguramente hasta hoy día puede haber gente que lo va a pensar. Porque bueno, está aliado con el diablo entre comillas.

Consu: Sí, en ese sentido creo que el tema político no es lo central. Más allá de las celebraciones al respecto, que igual eran coherentes con la historia, creo que es el arquetipo del Prometeo es el gran tema de Nolan. Este arquetipo del que se sale de la norma, se sale del rebaño y de hecho en el arquetipo de Prometeo, que es también el arquetipo de Acuario, siempre son personas que son un poco solitarias, no les importa ir en contra de la corriente. Prometeo le dio el fuego a los humanos para que pudieran liberarse y eso le valió el exilio.

Cris: Claro, y hay una frase que se repite, “yo soy el destructor de mundos” o algo así.

Consu: Ese yo creo que es el asunto, y me pregunto quiénes serán los Oppenheimer de nuestra época. Tal vez los veremos en un par de años.

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