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Ryan Gosling: The Fall Guy y su confirmación como el actor del momento

No son pocos los fracasos de taquilla que luego se han convertido en películas de culto con el paso de los años. The Shawshank Redemption (Cadena perpetua, Sueños de libertad, Sueño de fuga dependiendo donde se vea) lo fue al tener que competir en aquel 1994 con Forrest Gump o Pulp Fiction, y el VHS le daría más tarde su hueco. No sabemos si la película que nos ocupa en parte en este artículo seguirá la misma suerte, lo que sí que conocemos es que marcará un antes y un después en la carrera del actor del momento al confirmarlo en ese título nada oficial.

Y es que tras triunfar en todo el mundo con Barbie, Ryan Gosling estrenaba casi un año después The Fall Guy (El especialista en España y Profesión peligro en Hispanoamérica) y aunque se podría decir que ha sido un fracaso en la taquilla al hacer perder millones a su estudio, el actor ha salido el mejor parado de una comedia de acción en la que se confirma en un género que le va como anillo al dedo y que lo hace ser uno de los favoritos del público en estos momentos.

The Fall Guy, el homenaje a los especialistas con el mejor Ryan Gosling

El siguiente proyecto de Ryan Gosling tras Barbie no lo tenía fácil tras los récords de taquilla que superó la cinta sobre la muñeca más famosa, y si a eso le sumamos que este también contaba con Emily Blunt, protagonista de Oppenheimer, casi parece que The Fall Guy es un producto nacido de ese fenómeno que fue ‘Barbenheimer’ en los cines.

Pero The Fall Guy, del director David Leitch (Bullet Train, Deadpool 2), es algo totalmente diferente, solo tiene ese guiño de haber juntado a dos de los protagonistas para que trabajen juntos como pareja en una comedia romántica de acción que es en cierto modo un homenaje a los dobles de acción, o especialistas, una figura fundamental que se juega la vida por las estrellas en las escenas más arriesgadas del cine.

Una película que bebe de los diferentes géneros que la componen, que está bien ejecutada por el elenco que lo forma, y que, aunque se pierde en algunos tramos sobre todo en cuanto al ritmo, hace pasar un gran rato al espectador. La diversión le perdona sus deslices, y porque en ella tiene a la mejor versión de Ryan Gosling, que se ‘come’ el largometraje, como hiciera en Barbie, para que la locura que es The Fall Guy funcione.

De nuevo, Ryan Gosling despliega su mejor dosis de sentido del humor y carisma para dar vida a Colt Seavers, el doble protagonista de esta película y la pieza sobre la que giran el resto. De esta forma, el actor se confirma como una de las estrellas del momento en el cine dando sus mejores dotes en su vis cómica y al demostrar que no es cosa de una película, ni de tampoco dos, y el público en general lo ha descubierto para no dejarlo escapar.

El nacimiento del carismático Ryan Gosling: Crazy Stupid Love y The Nice Guys

Ryan Gosling ha llegado a su mejor momento como actor de Hollywood superada la cuarentena. El ser el protagonista de Barbie lo ha encumbrado definitivamente entre el público general, en un sistema en el que la crítica y los cinéfilos ya lo habían hecho con éxitos anteriores como La La Land, Drive o Blade Runner 2049.

Y eso que Gosling es el protagonista de varias películas que son íconos de las generaciones recientes, como es el caso del drama romántico por excelencia de los 2000s, El diario de Noa (The Notebook), la mencionada La La Land y Barbie. Pero lo que le ha encumbrado entre la crítica y la audiencia a lo más alto y a la vez ha sido la confirmación de su perfil más carismático: el de la comedia.

La primera aparición del Ryan Gosling en una comedia como tal fue en 2011 en Crazy Stupid Love donde compartía cartel con Steve Carrell, Julianne Moore y Emma Stone. En esta comedia romántica, el actor hacía el papel de Jacob Palmer, un personaje que guía al protagonista Cal Weaver en su reconstrucción en ligues y look tras su divorcio de la única mujer con la que ha estado.

Un primer acercamiento que fue el descubrimiento de que Gosling se movía bien también por la comedia, y donde también se pudo ver su buena química con una Emma Stone con la que compartiría cartel también en Gangster Squad y protagonismo en La La Land.

Pero donde realmente mostró todo lo que podía aportar en su faceta cómica fue en Dos buenos tipos (The Nice Guys), un largometraje junto a Russell Crowe que es una comedia de acción y humor negro ambientada en mediados de los 70. Ryan Gosling forma un binomio junto a Crowe que funciona, una comedia de las que te lo hacen pasar bien y con un guion de los que van más allá de la risa fácil.

La música, el elemento de la mezcla perfecta de Ryan Gosling

Con el descubrimiento de que Ryan Gosling no solo es un actor de drama, y con estos personajes en comedias, el actor se ha abierto más a otro tipo de largometrajes frente a los que trabajó en sus primeros años, y se ha hecho cada vez más popular, como hemos ya relatado. La versatilidad ha sido junto al carisma y su sentido del humor su mayor virtud en la línea que han seguido también otros compañeros como Ryan Reynolds o Leonardo Di Caprio.

Pero el punto que tiene Ryan Gosling y no tienen, por ejemplo, los que hemos mencionado, es que la música ha sido clave tanto en los inicios como en dar la puntada que faltaba para encumbrar al canadiense en el actual Hollywood. Y es que el propio actor ha reconocido que fue gracias a que un tío suyo era imitador de Elvis Presley que quedó fascinado por el mundo del espectáculo y tuvo claro que quería dedicarse a ello en vez de destinar su vida a un trabajo en una fábrica de papel, que es lo que había sido habitual en su familia.

Eso le hizo formar parte de castings hasta que se topó con Mickey Mouse Club, donde con tan solo 12 años compartió escenario con estrellas del pop como Christina Aguilera, Britney Spears o Justin Timberlake, y a punto estuvo de formar parte de los Backstreet Boys en el lugar que ocuparía más tarde Nick Carter como el menor de la formación musical.

Unos dotes sobre el escenario que, si bien no mostró en sus primeras películas, le han hecho alcanzar dos de sus mayores éxitos con el musical La La Land donde interpretaba una de las canciones más famosas de la cinta, “City of Stars”, y lo mismo sucedió con Barbie, siendo su interpretación de “I am just Ken” de lo más icónico de la película y pasando a la historia como mítico de los Oscars 2024 con su versión presentada en vivo en la ceremonia.

Precisamente en ambas películas Ryan Gosling es el ejemplo perfecto de la versatilidad y el carisma que ofrece. En la cinta de Damien Chazelle lo vemos bailar, cantar, llorar y reír, con algunos toques de humor que combina a la perfección con su química con Emma Stone. Y en el filme dirigido por Greta Gerwig, Gosling se come el largometraje siendo su Ken casi más icónico que la protagonista, y dando varias de las mejores escenas de la película.

Tras este gran éxito, el cine le pedía un último pase para la confirmación, y lo ha dado con The Fall Guy. Ryan Gosling ha dado con la tecla, y se alinea más con sus intereses, pues ya ha expuesto en una entrevista en The Wall Street Journal que quiere dedicarse más a la comedia y seleccionar más sus proyectos para conciliarlo con su faceta familiar, y por mostrar a sus hijas personajes que puedan ser ejemplos para ellas. Y el cine puede que se lo agradezca.

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