Anoche, la serie de HBO terminó con un episodio tan angustiante como sorpresivo, jugando con nuestras expectativas y subiendo la apuesta en comparación con los desenlaces de las temporadas previas: hubo veneno, balas y mucha sangre. En este texto buscamos descifrar el significado de algunos elementos clave de este memorable final.
La buena fama de The White Lotus y sus finales sumó todavía más puntos con el epílogo de su tercera temporada, que, tal como habían anunciado sus protagonistas en los últimos días, desafió cualquier predicción con un capítulo cargado de drama, suspenso, acción y humor negro. Además, como es costumbre, la serie dirigida por Mike White puso en escena una serie de símbolos que permiten comprender mejor las acciones y los destinos de los personajes. Por lo mismo, acudimos a El libro de los símbolos (Taschen), editado por Kathleen Martin, para analizar por qué pasó lo que pasó.
El mono que somos
Una de las características de la tercera temporada de The White Lotus, que transcurre en Tailandia, es la presencia del budismo, religión que busca la liberación del sufrimiento y que plantea la existencia de tres venenos: la codicia, la agresividad y la ignorancia. Su alma contemplativa está presente no solo físicamente, a través de las actividades relajantes que promueve el staff del hotel White Lotus y el monasterio que tienta a Piper (Sarah Hook), sino también en el ritmo de la narración, más pausado que en las temporadas anteriores, al punto de prescindir del famoso cliffhanger en varios episodios.
Al mismo tiempo, otro elemento constante en esta entrega es la presencia de los animales, particularmente los monos, que aparecen muchas veces entre las distintas escenas y que representan todo lo opuesto: “(El) mono nos desenmascara como necios, pero también ofrece diversas ventajas, como personificación de la actividad instintiva”, dice el libro.
Cada personaje que seguimos en el show, desde la familia Ratliff hasta la encantadora Belinda, saca a relucir, por momentos, el mono que lleva dentro, es decir, su naturaleza instintiva, y por ende más lujuriosa, codiciosa y amoral, que se superpone a este lado más racional al que aspiramos: “El mono es una criatura revoltosa que no obstante busca un código de conducta; encarna la condición del género humano, atrapado entre la amoralidad, la literalidad de la expresión instintiva y el impulso hacia la evolución social y emocional”. Durante la temporada vemos surgir este conflicto interno en muchas oportunidades, pero en el final lo vemos especialmente en el actuar de Rick (Walton Goggins); Timothy (Jason Isaacs), el padre de los Ratliff; y Gaitok (Tayme Thapthimthong).
También en Piper, que al final, revela su verdadera naturaleza al asumir que le gusta su estilo de vida, o Belinda (Natasha Rothwell), que termina aceptando el trato con Greg (Jon Gries), librándose un poco de sus propios códigos morales y aventurándose en una nueva vida como millonaria, como alguna vez lo hizo Tanya.
Entre Edipo y el tigre
Si tenemos que identificar a los grandes perdedores del final de la serie, hay dos nombres que destacan: Rick y Chelsea (Aimee Lou Wood). Cuando comienza el último episodio, escuchamos la voz de un monje que dice: “No hay respuestas para las preguntas de la vida. Es más fácil ser paciente cuando por fin aceptamos que no existe una respuesta”. Mientras algunos personajes, como Laurie (Carrie Coon) lograron aceptar esta realidad y convivir con ella, Rick simplemente no pudo.
El regreso del supuesto asesino de su padre al hotel y las ácidas palabras que le dedicó a su madre hicieron que Rick no pudiera convivir con él, por lo que en un violento arrebato lo asesina y luego se entera de que ese hombre, a quien odiaba, era en realidad su padre. Así, tal como en el mito de Edipo, Rick mata a su propio progenitor sin saberlo. Y, al igual que el mítico personaje, también termina perdiendo a su amada, Chelsea, indirectamente por su culpa, en este caso al exponerla a una balacera: ella se lo había advertido (“las cosas malas vienen de a tres”, dijo luego de salvarse en un asalto y ser mordida por una serpiente), pero Rick no escuchó.
Pero esta no es la única relación que podemos hacer. En los créditos de la apertura de esta temporada, cuando aparece el nombre del actor detrás de Gaitor, vemos a un hombre peleando con un tigre: este sería Rick, a quien le dispara en dos oportunidades. El tigre es definido como “misterioso y fantasmagórico”, un animal que “se hace invisible en la selva, el bosque o los altos pasos”. La misma Chelsea le reclama a Rick en un episodio lo misterioso que es, pareciera que una parte suya nunca está completamente presente.
En el último capítulo, cuando está siendo buscado por los guardias de su padre y Sritala –la dueña del hotel–, Rick efectivamente parece volverse invisible en un lugar que no parece un escondite, donde no es advertido por sus perseguidores. Tal como en el resto de la temporada, este personaje despista a los demás antes de cumplir con su venganza. También en los créditos, cuando aparece el nombre de Aimee Lou Wood, vemos un gato atacando a un animal.
Sobre el gato, El libro de los símbolos dice: “el animal domesticado y el tigre residen en su interior en un acuerdo sinuoso y paradójico”. Rick efectivamente está siempre en esa disputa, entre su instinto de revancha o en la posibilidad de seguir adelante libre de su trauma. Libre de este destino que se ha impuesto como víctima, como le sugiere Chelsea en el capítulo final, cuando le dice: ‘Estoy frente tuyo y te amo’. El tigre ganó la partida.
Entre lo curativo y lo venenoso
Uno de los momentos más tensos del episodio final es cuando Timothy intenta poner fin a la vida de toda su familia, con un brebaje hecho de un fruto venenoso. Lochlann, el hijo menor, es el único que queda fuera, pues aún no tiene la mayoría de edad para tomar las piñas coladas que contienen el peligroso brebaje, le dice el padre. Aunque también se sugiere minutos antes que este podría “haberse salvado”, pues es el único de los cuatro miembros que le responde más convincentemente a su padre que podría vivir sin dinero.
¿Representa el veneno, entonces, un medio para purgar las culpas? ¿O redimirse? Paracelso, médico y alquimista del siglo XV, observó que ‘todas las sustancias son venenosas; lo que hace que tengan un efecto benéfico es la dosis’. Al menos para el padre, haber pasado por este rito con su familia, fue en cierto sentido curativo. Se libró de sus temores más profundos y abrazó el valor de la vida al toparse de frente con la muerte.
Para Lochlann, el consumo de este brebaje –sin saber que se trataba de una sustancia venenosa– significó un verdadero rito de iniciación. “Nadie va a volverte un hombre. Tienes que hacerlo tú mismo”, le dice su hermano Saxon un día antes. Una vez solo en la cabaña, el chico decide prepararse un batido, lo que lo lleva al borde la muerte, pero en donde también experimenta un profundo sentido de individualidad. “El vómito, que se origina en la barriga, el asiento mítico de las pasiones, está asociado a la salida a borbotones de las emociones desde las profundidades de la psiquis, como lava volcánica” “El vientre es también el lugar donde se devora, contiene e incuba (…), así que el vómito está relacionado de manera simbólica con las energías del proceso iniciático”.
Todo lo que estaba reprimido se expulsa, reafirmando, al mismo tiempo, su inocencia. “La ordalía por el veneno (prueba ritual usada en la Europa medieval) se usaba para determinar la culpabilidad o inocencia de un sospechoso en la creencia de que, si era inocente, lo vomitaría espontáneamente después de ingerirlo”, dice el libro.
“En términos psicológicos, los conflictos internos enconados, la tristeza corrosiva, la amargura o el remordimiento tanto enferman como curan”. Al final, no hay una única respuesta para las preguntas de la vida. Para Timothy, lo que comenzó siendo amargura terminó convirtiéndose en una liberación (en la escena final, el personaje contempla el horizonte relajado, por primera vez en mucho tiempo). Para Rick, el sufrimiento del pasado terminó siendo su cárcel. No es casualidad que en los créditos iniciales, el nombre del personaje aparece en una torre en posición fetal, asustado, atrapado, y asediado por un futuro amenazante.
Crédito de la imagen: Fabio Lovino/HBO