Bardo

Diálogos sobre cine: Bardo

Consuelo: Es una película que dura tres horas y se autodefine como una “falsa crónica de unas cuantas verdades”, como dice el subtítulo de la cinta. El protagonista es un periodista que también ha incursionado en la ficción y que pronto va a recibir un premio en la ciudad de Los Ángeles, por uno de sus documentales. Antes de eso, tiene que viajar a su ciudad natal, el DF, para ser homenajeado por un grupo de periodistas y amigos que no ve hace tiempo. Mientras está pasando eso, el personaje experimenta también un viaje interno que se siente como una especie de sueño, o bien, una constante asociación libre de pensamientos en el día a día. En ese viaje, Silverio pasa por su infancia, la relación con sus padres, la pérdida de unos de sus hijos, la historia de México… ¿Cómo la definirías tú, Cris?

Cristián: Es súper difícil la definición. De hecho, lo estuve pensando mientras la veía y es súper complicado por los puntos que acabas de mencionar. Primero, me gustó mucho. Pienso que es fascinante, que el director tuvo mucha libertad seguramente gracias al presupuesto de Netflix, porque la producción se ve millonaria: no solo la calidad de la imagen –la pudimos ver en 35 mm–, sino que aparte de eso las locaciones, la tecnología, la manera en que se usó el CGI, y la cantidad de personas que participan. Para partir, es buenísima, es como la volada del año, puede ganar el Oscar a Mejor Película si los críticos se convencen de ir con ella, y también puede quedar fuera de las nominadas por tirar demasiado la cuerda de lo onírico, de lo surreal, porque hay mucho surrealismo.

Consu: Y no solo eso. También por la duración. Hay que tenerle paciencia, es mucha la información. A mí, para ser tres horas, se me pasó bien el tiempo, no sentí en ningún momento que fuera lenta o excesivamente pesada. Porque la película tiene bastante humor, y para entrar un poco en el contenido… El director es mexicano, y este periodista, Silverio, también es mexicano, pero lleva viviendo veinte años en Los Ángeles. Entonces, uno de los temas de la película es cómo se lleva la “mexicanidad” viviendo en otro país, sobre todo en una ciudad como Los Ángeles donde la población mexicana es muy alta, y en la película se hacen guiños a que a veces pareciera que estamos en México y no en Estados Unidos. En el DF, al enfrentarse con su ciudad natal, el personaje intenta explorar esas raíces. La película tiene un poco que ver con eso, con la experiencia de vida de México, la historia de colonización de España y las cosas que han ocurrido después: la migración, las desapariciones, el narcotráfico. Eso para entrar en un terreno que es muy importante en la película, que es lo mexicano versus este país que colinda, que es tan poderoso, y lo difícil que es definirse: si quienes migran son de aquí o de allá.

Cris: Al final el documental que está creando es la película que vemos todos, y uno de los temas es la crudeza del cruce en la frontera. Particularmente en una escena donde se ve una muchedumbre de personas y también autos que están en un taco, entre bocinazos, cruzando por este desierto. Y la presencia del protagonista en esa escena es grabando su documental, o sea, él está viviendo la situación como un observador, igual que la persona que lleva la cámara, e igual como nosotros lo estamos viendo en la película, pero hay una distancia, que se manifiesta también en otros momentos, entre el personaje, periodista y director de cine al que le ha ido muy bien y que vive en Los Ángeles, y las personas que tienen que cruzar a pie, arriesgando la vida, y sin saber si van a lograr llegar al otro lado.

Consu: Ahí hay una ironía sobre ese papel del artista. Es difícil igual ese rol, porque hay un deseo de explicar las cosas, de mostrarlas para que más gente se entere, pero al verlas es chocante pensar que las personas están viviendo una realidad tan dura y un periodista está preguntando cómo se siente usted, y luego llevando eso a una pantalla donde una audiencia, que no son quienes cruzan la frontera, que es una audiencia quizás más blanca, lo aplaude, y de hecho también está ese cuestionamiento en la película, que mucha gente se hace tal vez millonaria o muy famosa a costa de conflictos sociales que no vive.

Cris: Claro, precisamente también en el filme muchas veces el personaje que vemos en pantalla se podría extrapolar al propio director de Bardo, González Iñárritu, quien tuvo mucho éxito en su carrera, que ganó cuatro Óscar con Birdman. Él sabe de ganar premios en Estados Unidos y de dar discursos aquí. En la película seguramente hay ecos de lo que él siente, de lo que él tal vez escucha que le dicen algunas personas.

Consu: ¿Quizá sus propios colegas, o excolegas, gente no tan vinculada a la industria de Hollywood, que puede tener críticas a cómo él está llevando el nombre de México?

Cris: Claro. Y en esta película es interesante el ejercicio, porque él también cae en eso, también está mostrándonos entre otras mil cosas el problema de la migración.

Consu: También el problema de la representación, de hablar sobre esa inmigración, desde una mirada tal vez más de artista o de un mexicano al que le ha ido bien.

Cris: Y también el problema de los feminicidios, de las muertes asociadas al narco en México, y del narco en general. Entonces él se está metiendo en todos esos temas que son peliagudos. Siempre en la crítica cultural está esa discusión de hasta dónde puede llegar el escritor o el director, y si está dándole valor a lo que está mostrando, o si lo está criticando, o si es una crítica válida…

Consu: O si lo está banalizando, porque también cuando se habla de los temas con tanta soltura o vehemencia termina pareciendo que uno tiene la verdad del tema y le quita el peso a lo que vive la gente.

Cris: Claro, y aquí como él está utilizando el surrealismo para llegar ahí, nos deja el terreno bien difícil para llegar a ese juicio, porque lo está mostrando de una manera que no es habitual. Nos sacó de las casillas donde esos problemas están presentes, y a mi juicio eso lo hace de manera extraordinaria. Los temas llegan al espectador, y no le quita profundidad el que estemos en un contexto donde a veces vemos escenas que son más de comedia o drama, encuentro que lo hizo perfecto en ese sentido.

Consu: Y hay una escena en particular que nos llamó la atención, que es cuando él tiene una conversación con Hernán Cortés. ¿Qué te pareció esa escena? Tú te diste cuenta que hay una referencia en una caminata que él hace por ciudad de México…

Cris: Esta escena ocurre más o menos al centro de la película, y es un largo sueño que comienza con esta caminata por el centro de Ciudad de México, en la que va pasando por distintas situaciones. Este sueño está definitivamente inspirado, al menos en parte, en una escena de la película Wild Strawberries, de Ingmar Bergman, un director de los más clásicos del cine, donde se muestra el paseo de un personaje por una ciudad semivacía, igual que en Bardo, con elementos surrealistas y con la muerte rondando al personaje. Pueden buscarla en Youtube y van a ver las semejanzas. Bueno, en esa misma escena están las referencias al feminicidio, a las muertes en México actualmente.

Consu: A las desapariciones.

Cris: Luego el sol se esconde y pasamos a una especie de noche que nos lleva al pasado.

Consu: Donde se encuentra una escultura quebrada muy grande, que te hace recordar la grandeza de la civilización azteca, y hay vestigios de ella quizá en la plaza, en el Zócalo.

Cris: Y en ese mismo contexto está esta pila brutal de cuerpos de personas nativas de México, indígenas, que uno lo logra ver por la manera en cómo están vestidos, es un imaginario conocido, y arriba de esa pila de personas, por la que se puede subir como una escalera, está Hernán Cortés. La pila es como una pirámide.

Consu: Es simbólico que sea una pirámide, porque las pirámides fueron construidas con el esfuerzo físico de muchas personas. Entonces es simbólico que el personaje suba esa pirámide y se encuentre con Cortés en la cima.

Cris: Que está sentado sobre los cuerpos. Me gustó mucho esa escena porque el personaje mexicano cuestiona a Cortés con el cuestionamiento que a todos se nos ocurriría: la colonización, de venir a apoderarse de América, lo que era…

Consu: Y, Silverio también le dice a Cortés ‘a ti no te quiere nadie’. A ti te odian en México, no hay ninguna estatua tuya, y en España también te odian. Y él se defiende a sí mismo diciendo que él vivió bastante en México y que murió más mexicano que nadie.

Cris: Claro, porque de hecho él desobedeció órdenes para lograr la posición que terminó teniendo en ese proceso de conquista. Cortés también le cuestiona a Silverio su apariencia, porque Silverio se ve muy distinto a los indígenas que están debajo de ellos: él es de piel más blanca, y tiene rasgos que se podrían asociar a los dibujos que existen sobre la conquista, donde se ve a los españoles con su barba y su pelo que podrían asociarse a un español de ese momento. Entonces, es la complejidad de discutir ese tema y recriminarse, donde obviamente los españoles cargan con una culpa más o menos importante por el genocidio indígena que ocurrió no solo en México, pero también hoy muchos cargamos con la herencia de los españoles, que ya son más de quinientos años, entonces es complicado. Pero bien expresado en esa conversación. ¿A ti te gustó?

Consu: Sí, me gustó. Siempre es interesante volver al pasado y sobre todo este tema de nuestra herencia. Habíamos conversado si esta película podía ser vista de la misma manera por un estadounidense o por un mexicano que ha inmigrado, y quizás es difícil para alguien que no es latino entenderla completamente, porque nosotros, aunque no somos mexicanos, entendemos un poco lo difícil que ha sido entender nuestras propias identidades por ese pasado común. Eso nos dejó en un primer limbo, de haber sido algo y después otra cosa y terminar siendo algo mestizo, y parece que en nuestras sociedades siempre hay una especie de rivalidad entre quién es más esto, quién es más indígena, quién es más nacionalista… Y ahora que mencioné lo del limbo quizás podemos conversar sobre el nombre de la película, Bardo, que tiene que ver con un espacio intermedio.

*Bardo, para el budismo tibetano, se refiere al estado de existencia que ocurre entre la muerte y la reencarnación, donde la persona hace un juicio personal de sus actos en vida. Desde nuestra perspectiva es la referencia en el filme a un espacio intermedio: en este mundo globalizado pareciera que uno está menos dividido, pero también lo sigue estando, a todos eso nos ha dejado en una situación intermedia.

Cris: Sí, hay una reflexión sobre esa posición de no saber bien qué es uno.

Consu: De las categorías.

Cris: Claro, hay un cuestionamiento a las categorías, como la nacionalidad. Por ejemplo, está la escena en el aeropuerto, cuando Silverio y su familia están ingresando a Estados Unidos hay una especie de coreografía primero, de cómo se mueven en la fila, muy real, de cualquier aeropuerto, pero particularmente la diferencia que se vive al entrar acá.

Consu: Entrar a Estados Unidos siempre es una experiencia tensa, yo diría que para gran parte de los ciudadanos del mundo. Uno viene preparado para que sean pesados contigo.

Cris: Puede ser una experiencia desagradable. Y lo es en este caso para Silverio porque se genera una discusión porque él quiere decir que ya siente este país, Estados Unidos, como su casa, porque ya lleva veinte años viviendo acá y tiene una Visa que es de las más…

Consu: Es casi un ciudadano.

Cris: Claro, y el encargado del control de la aduana, que se presume es mexicano porque tiene una apariencia muy latina, le niega esa posibilidad. Le dice: ‘Este no es su hogar’. Y ahí se genera toda una escena que es muy absurda, entre cómica y trágica…

Consu: Porque se muestran los prejuicios y los roces que se experimentan entre los propios migrantes, porque Silverio le dice ‘háblame en español’, y el hombre de la aduana le responde ‘aquí hablamos inglés’. Y es difícil saber quién tiene la razón, porque efectivamente, no porque alguien tenga una apariencia uno puede presumir que habla español, menos si está viviendo en un país donde se habla inglés. Se forman relaciones complejas entre las personas que migran, gente que lleva más o menos tiempo, algunos ya no se sienten del todo mexicanos, se sienten más estadounidenses, y puede haber recriminación en eso. También surge en esa escena el tema del racismo, porque la hija de Silverio (Camila, interpretada por Ximena Lamadrid) le dice “tú te ves más mexicano que yo”, aludiendo a que él es más moreno que ella. Y bueno, eso es quizás un tema grande para las personas que viven en Estados Unidos, y tienen esa herencia latina, indígena o mexicana.

*Aquí viene lo que podría considerarse un spoiler, tal vez.

Cris: Bueno y llegamos a esto por la idea del limbo. Una de las formas en que se expresa es la que acabamos de mencionar: la frontera. Pero también está el clásico trance entre la vida y la muerte, y en un momento de la película nos enteramos que Silverio está viviendo sus últimos suspiros en estado de coma, en una especie de sueño pre-muerte.

Consu: Efectivamente hacia el final se entiende mejor por qué la película tiene tantos elementos de ficción u oníricos: porque él sufrió un ataque, me parece que cerebrovascular, que partió como una parálisis y finalmente quedó en un coma.

Cris: Otro reflejo del limbo es la experiencia de nacimiento y muerte de uno de los hijos de Silverio, que tiene Silverio con su pareja Lucía (interpretada en el filme por Griselda Siciliani), que nace pero muere muy rápidamente.

Consu: Me parece que vive un día, treinta horas.

Cris: Claro, y ese personaje está muy presente en los diálogos, incluso de manera literal, su figura, de manera muy surrealista, y este es otro recordatorio de este espacio liminal, como intermedio, porque él, van a verlo en la película, entre que está y no está en el mundo, en este sueño, este estado raro. Hay mucha reflexión sobre la vida y la muerte.

Consu: Sí, el personaje sufre un ataque cerebrovascular, su padre está muerto y vemos un encuentro con él en el filme. También en una escena del documental del protagonista, él habla con un jefe de un cartel de droga mexicano, donde él le dice ‘ustedes tienen miedo y nosotros no tenemos miedo a la muerte’. Al parecer la muerte es un tema y tú lo interpretaste también como dejar ir ciertas cosas…

Cris: Está la idea de dejar ir, de distintas maneras, lo que también tiene que ver con el espacio intermedio, porque esto es básicamente no definirse ni por un lado ni por el otro.

Consu: Exacto, es ser todo al mismo tiempo, o no ser nada completamente.

Cris: Y una manera en la que se expresa eso es aprender a dejar ir cosas. Y en la película se toca el dejar ir primero a este hijo fallecido, dejarlo partir realmente en la mente y el corazón de los personajes, asumir su pérdida porque los persigue, es como un fantasma; también está dejar ir el tema de la nacionalidad, olvidarse de si soy mexicano o estadounidense, o definirse por uno de los dos, pero terminar con esta disputa.

Consu: Es como una pugna interna, que debe ser una experiencia dura para los que migran, porque hay un deseo de aferrarse, porque hay quizás culpa de ya no estar ahí, pero también hay que asumir que uno vive otra realidad. Me parece que es una película que habla mucho a esas comunidades, sobre todo a la comunidad mexicana que quizás está viviendo en Estados Unidos, que es muchísima. Y también habíamos hablado de dejar ir el tema de que uno inicialmente quiere ser artista y retratar algo, y uno está muy en contacto con esa realidad de la que quiere hablar, por eso tienes el deseo de escribir de ella, o mostrarla, pero después te has convertido en alguien tan famoso, o has ido tan adentro en la representación del tema que terminas alejándote de eso que querías mostrar. También uno en ese camino deja ir algo, uno siempre va como perdiendo algo.

Cris: En el caso de Silverio, parece ser que tiene que dejar ir la crítica, o sea, asumirla, comprender que uno no puede estar en todos los lugares y en todas las posiciones al mismo tiempo. Dejar de preocuparse, de estar tan conectado con eso.

Consu: O reconocer sus límites, porque él ya no vive en México, entonces quizás está cargando con muchas críticas de las personas que viven allí. De hecho, cada vez que algún mexicano lo quiere reconocer, cuando va a una entrevista en televisión o a recibir su homenaje, él termina sin recibir el homenaje y sin dar la entrevista, porque parece que es muy difícil dejar ir esa crítica por ya no ser de México, o de estar afuera. Pero supongo que González Iñárritu ha tenido que vivir ese proceso y asume que es parte de, que esas críticas van a estar igual. No se puede hacer todo a la vez. Él ha seguido un camino, y el personaje vive en otra ciudad, y esa también es la experiencia que vive mucha gente.

Cris: Y para ir cerrando, en términos de la dirección, la película es una joya, está hecha cinematográficamente increíble, los planos son preciosos, casi siempre la cámara está puesta en un lugar genial, se ve muy bien, y también hay unos planos secuencia: la escena donde hay una fiesta –los bailes, la música–, está todo pensado de manera muy apasionada, se percibe lo importante que era esta película para el director y cómo lo tomó el actor principal. Pero hay unas escenas que son especialmente espectaculares, como cuando visita el canal de televisión. Ahí se muestra, en resumen, lo bien hecha que está, con la cámara pasando por todos los distintos programas que se están grabando en ese estudio, que realza esta cosa del espectáculo, en este caso en los medios de comunicación, pero el espectáculo involucrado con las noticias. Muestra un poco la superficialidad de este medio, la televisión, que a veces está tratando cosas muy serias y terribles, pero que las mezcla con esta cosa medio circense, de muchas luces, de distracciones al final. Esa escena es una muestra de la calidad de la producción.

Consu: Sí, totalmente. Muy bonita en términos visuales, y también tiene algunas referencias al surrealismo, como las escenas del desierto, que es un motivo pictórico de Salvador Dalí. Está la arena, hay playas, hay muchos elementos que la hacen visualmente muy atractiva, y sobre todo muy atractivo ver Ciudad de México, aunque con sentimientos encontrados, pero sigue siendo muy hermoso. En un momento el protagonista dice “esta hermosa ciudad tan fea”, que quizás resume cómo se quiere retratar este lugar.

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