Skip to main content

La directora de Past Lives, Celine Song, regresa con una rom-com sobre el mundo de las citas en la era de la virtualidad y el hiper capitalismo: un tema súper contemporáneo y que es el mayor acierto de la realizadora en esta cinta.

¿Cuándo se volvió tan complicado encontrar pareja? ¿Acaso las redes sociales han cambiado radicalmente la forma en que conocemos a alguien y hoy todo es mucho más complejo de lo que era antes? Este era el gran tema de Sex and the City, que ambientado en los noventa, mostraba cómo el ascenso de la mujer en el mundo del trabajo y los nuevos roles de género conquistados por la mujer, habían modificado la forma de conocer a alguien.

Hoy, el mundo ha cambiado todavía más: casarse ya no es un tema prioritario, aunque ronda ciertos círculos, y las aplicaciones parecen estar reemplazando ese primer acercamiento que ocurría en el bar, dejando a varios con una sensación de agotamiento. ¿O siempre se ha tratado de negocios e impresiones, incluso en los tiempos de las novelas de Jane Austen?

Todos esos temas explora la directora Celine Song en la película Materialistas, cuyo mayor acierto es llevar estas preguntas al contexto actual. Tras una escena algo disruptiva de una pareja prehistórica en unas cuevas, nos trasladamos a Nueva York donde una segura Dakota Johnson, Lucy en el filme, se prepara para ir a trabajar. Ella es una matchmaker, una profesión de la que no había escuchado hasta ahora y que busca darle un toque más personalizado y cercano a la difícil tarea de encontrar pareja hoy. En lugar de recurrir a Tinder u otra app, una matchmaker facilita el proceso, haciendo preguntas tan concretas como el nivel de sueldo que debiese tener el pretendiente ideal y agendando encuentros con potenciales candidatos.

El amor en tiempos de match

Es un tema fascinante y con el que la directora juega muy bien. Sus clientes desechan citas porque sus pretendientes tienen unos pocos años de más, unos centímetros menos de altura, calvicie, bajos ingresos y un gran etcétera que deja en evidencia la absoluta necesidad de controlar. ¿Acaso una pareja que cumple con todas las casillas puede brindar ese cosquilleo en el estómago que muestran las películas románticas que tanto le gustan a Celine Song?

Para responder esta pregunta, la realizadora vuelve a recurrir al triángulo amoroso que utilizó en Past Lives, esta vez con Pedro Pascal como el millonario galán que viene a encantar a Lucy con sus lujos y mimos (Harry), y Chris Evans, interpretando a su ex (John), un aspirante a actor que aún no tiene resuelta su situación financiera, pero que parece moverle más el piso. ¿Con quién se queda? La elección ha desatado toda una polémica en las redes, y es que a diferencia de su ópera prima, donde el final era una gran pregunta abierta, en Materialistas Song optó por un desenlace más tradicional.

Aunque el filme no supera a Vidas pasadas, sí tiene el sello de Celine Song y se disfruta viéndola. En cada plano se percibe su delicadeza, su talento para crear atmósferas y construir historias románticas sin recurrir a elementos archi conocidos. Quizás porque la misma Lucy es algo calculadora, vemos pocas escenas físicas entre los personajes. El amor se evoca en otros elementos, desde las miradas hasta los gestos. Dakota Johnson hace un gran papel y junto a Chris Evan logran una actuación convincente.

Ella, de todos modos, es contenida, lo que le viene muy bien al personaje principal, algo frío y misterioso y en sus palabras materialista. Pedro Pascal, por otro lado, aporta lo suyo como galán millonario que viene a desordenar las prioridades de Lucy por un momento, aunque su química es algo dudosa.

Un retrato de su tiempo

En ese sentido, comparto la crítica de NPR, que propone que Materialistas puede servir como una cápsula del tiempo dentro de unos años para comprender los problemas de pareja que afectaban a un un segmento muy específico de la población, en un momento determinado. Sin embargo, como clásico romántico, que uno podría ver y volver a ver una y otra vez por la fuerza de la historia y la química de sus personajes, parece dudoso.

Un elemento que se puede destacar es que la directora haya integrado las inseguridades de los hombres en un plano más protagónico. Esto queda de manifiesto con el personaje de Pedro Pascal, cuando en un momento le confiesa a Lucy que ha pasado por una cirugía en sus piernas para ganar más centímetros.

Al respecto, Song dijo a The Hollywood Reporter: “(Cuando se trata de citas) las mujeres están en gran desventaja, por supuesto, pero eso no significa que no aplaste a los hombres. Nos destroza a todos. Me recuerda a lo que siento por el género romántico en general. Está tan relegado a las mujeres, como si las chicas se ocuparan de los sentimientos. Lo experimenté cuando estrené Vidas pasadas. Los hombres no están menos preocupados y obsesionados por el amor que las mujeres, lo prometo. El mercado de las citas no perdona a los hombres heterosexuales, y yo quería revelarlo con algo muy tangible”.

Aunque algo de chispa le falta al filme, Materialistas nos deja algo: las discusiones sobre el valor personal, las expectativas personales, la vulnerabilidad, lo que estamos dispuestos a ceder cuando entablamos una relación, la fotografía, un buen soundtrack. Y que Celine Song está decidida a continuar con un género donde ya se ha atrevido a innovar.

El filme se estrenará el 31 de julio en Chile y el 14 de agosto en España.

 

Leave a Reply