El ‘true crime’ vive uno de sus mejores momentos con el auge de las plataformas y las redes sociales. Las historias sobre asesinatos y crímenes basados en hechos reales con tintes de ficción triunfan en documentales, series y también al ser contadas en Instagram o X. Y en medio de esto, el género negro en la literatura se ha contagiado y es de los que gozan de mayor popularidad, que se ha confirmado tras la pandemia, y donde destaca desde Europa el escritor Joël Dicker, uno de los favoritos por los lectores.
Y es que es fácil toparse con uno de los libros de Dicker si hacemos scroll por las cuentas bookstagram, y seguramente sea su gran éxito, La verdad sobre el caso Harry Quebert publicado en 2013, o su continuación El libro de los Baltimore, uno de los que veamos, con su característica ilustración de Edward Hopper en portada. En este artículo repasamos su figura y qué le hace ser un autor de novelas tan adictivas.
‘El tigre’ y un escritor precoz
Es curioso, y puede que sea una coincidencia, pero el último libro de Joël Dicker recibe el título de Un animal salvaje, y su primera puerta hacia el éxito tuvo lugar con un relato llamado El tigre. Casualidad o no, hace referencia a ese inicio como autor de cara al público, al que merece la pena echar un vistazo.
El tigre es un relato corto y crudo sobre un animal feroz que atormenta a la Siberia de principios del siglo XX con continuas masacres, un texto que bebe de los clásicos rusos, y que de lo bien escrito que estaba fue desestimado por el jurado del premio al que optaba porque fue presentado por un joven de 19 años, que como le confirmó la propia presidenta al escritor, no parecía haber sido obra de alguien de su edad.
Pero es que Dicker era precoz en esto de crear relatos. Hijo de un profesor y de una librera, nacido en Suiza en 1985, desde muy pequeño le pedía a su madre que escribiera las miles de historias que tenía en la cabeza y que él le relataba, como bien ha contado en entrevistas. No solo ello, fundó su propia revista con tan solo diez años, llamada La revista de los animales (La Gazette des Animaux) que le valió ser nombrado el “redactor jefe más joven de Suiza” por un periódico de Ginebra.
Ese relato violento, con una redacción impecable, una historia que te atrapa y engancha hasta no querer parar y un final que te deja una interesante reflexión, en el El tigre encontraremos los vestigios que definen su obra como escritor, y el secreto de parte de su éxito actual.
Llega el fenómeno Dicker con ‘Harry Quebert’
El obtener el Premio Internacional para jóvenes autores francófonos con El tigre motivó a Joël Dicker a emprender su carrera como escritor, y su primera novela no tardó en llegar. Con el nombre de Los últimos días de nuestros padres terminaba el que aspiraba a ser su primer libro en 2009, que, aunque recibió el premio de escritores de Ginebra, no se publicaría hasta su éxito mundial.
Dicker tenía ya terminado La verdad sobre el caso Harry Quebert, pero apenas tenía esperanza ya de que fuera publicada, y se motivó a que viera la luz tan solo por el placer de que se hiciera realidad verla en un formato físico tras haber sido rechazado por varias editoriales con sus anteriores novelas. Y cuando menos se lo esperó, llegó el fenómeno que todavía le persigue.
El libro fue todo un éxito y sigue siendo uno de los thrillers europeos más leídos, traducido a miles de idiomas, e incluso con adaptación en forma de serie que protagoniza Patrick Dempsey. Una historia que le ha valido para completar una trilogía con El libro de los Baltimore primero y El caso Alaska Sanders después, con el punto de unión del personaje Marcus Goldman.
Un posible ‘alter ego’, siendo escritor y con ciertas similitudes, que a Dicker le preguntan en muchas de las entrevistas que concede si Goldman es él. No sabemos hasta qué punto es cierto, Dicker lo niega, pero se sabe que siempre los escritores se basan en sus propias vivencias para crear historias, y el suizo pasó veranos en Maine, donde tiene lugar parte del relato. Lo dejamos a gusto del lector.
¿Cuál es el secreto de su éxito?
La que escribe estas líneas ha caído en la tentación de leer a Joël Dicker, y ha repetido en esa aventura. Merece la pena pasar por ello, y lo digo sin ser una amante del thriller ni del true crime, porque las novelas del suizo tienen algo que lo hacen mainstream, que puede ser leído tanto por los más jóvenes como por los ya más veteranos, vamos, un escritor para todos los públicos.
Las historias de Dicker enganchan, te mantienen queriendo saber lo que sucede en la siguiente página, a la vez que disfrutas formando parte de la investigación o del relato, y todo sin caer en el ‘salvajismo’ ni en la descripción ‘gore’ y cruenta. Y eso creo que es lo que le hace accesible a gran parte del público, y que es atractivo para amantes tanto del género negro como para los que no lo son.
El gran éxito proviene de hacer al lector parte del crucigrama que desarrolla, con un tema que atrapa, con una historia entretenida que proviene de personajes con doble cara, con continuos flashbacks, sorpresas y una sociedad que retrata con cotidianeidad que al fin y al cabo nos presenta un relato verosímil que nos podría hacer pensar que estamos leyendo en las noticias sobre crímenes reales.
La maestría de Joël Dicker llega, desde mi punto de vista, en el saber usar el flashback y la sorpresa en la literatura como pocos en el thriller actual. Esto entretiene a un lector con un lenguaje que bebe de la cinematografía y de los clásicos literarios, mantiene vivo el relato y la escena para que no quieras dejar de leer. Perfecto, sin duda, para iniciarse en la lectura, para reengancharse tras un bloqueo lector, o simplemente para mero disfrute.
*¡Ahora también puedes escucharnos! Encuentra nuestro podcast, «Diálogos sobre cine», aquí.
