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Hit Me Hard And Soft: El sonido que Billie Eilish es en su esencia

Es difícil traducir lo que canta Billie Eilish (22 años) al final de su disco Hit Me Hard and Soft. En la canción «Blue», dice que ha intentado «vivir en blanco y negro, pero es tan azul». «So blue, so blue, so blue. I am true blue. True blue. True Blue«. Confiesa, como revelando la verdadera naturaleza de su alma y de este disco, el que compuso y produjo enteramente junto a su hermano Finneas O’Connell. Es como si este álbum fuera parte del océano tal como sugiere la portada. Profundamente azul, como el color de la tristeza, del mar profundo, de la luz de la luna. «Siento que este álbum soy yo», le dijo a Rolling Stone en julio. «El azul es lo que soy en mi esencia».

Es que en su tercer disco, el desamor es el motivo principal y todas las canciones hablan de una u otra forma sobre esa ruptura. Billie abraza ese sentimiento con completa libertad, con canciones que se sienten íntimas y profundamente tristes, como “Skinny”, “Wildflower” y “The Greatest”, pero también juguetonas y coquetas como “L’amor de ma vie”, “Lunch” y “The Diner”. «Todo este proceso ha sido como volver a ser la chica que era. He estado de duelo por ella. La he estado buscando en todo, y es casi como si el mundo y los medios la hubieran ahogado», dijo a RS.

Billie, además, incluye toda una variedad de sonidos: desde cuerdas de violines hasta pistas electrónicas, desde susurros a gritos profundos. Podemos bailar con “Chihiro” y enamorarnos con “Birds of the Feather”, su mejor balada de amor hasta el momento. Pero es “Blue”, la canción que da fin al disco, la que mejor describe la esencia de Hit Me Hard and Soft. Primero sus sonidos, que si se escucha atentamente, se pueden reconocer en diferentes momentos de las canciones anteriores. En “Skinny”, la pista que abre el álbum, introduce unos sonidos de cuerdas que son retomados al final. Lo mismo pasa con la letra, que en “Blue” está formada por fragmentos de todas las otras canciones. 

La letra dice: “Thought we were the same Birds of a feather, (“Birds of a feather”), now I’m ashamed I told you a lie, désolé, mon amour (“L’amor de ma vie) I’m tryin’ my best, (“The Greatest) don’t know what’s in store, Open up the door (“Chihiro”), In the back of my mind (“Wildflower”), I’m still overseas (“Bittersuite)” A bird in a cage, (“Skinny”), thought you were made for me (“Lunch”). 

«No me gustan los singles de los álbumes (…) Cada vez que un artista que me encanta saca un single sin el contexto del álbum, ya soy propensa a odiarlo. No me gusta que las cosas estén fuera de contexto. Este álbum es como una familia: No quiero que un niño esté solo en medio de la habitación», confesó también a Rolling Stone. 

Por eso el disco es una invitación a ser escuchado de principio a fin, y más de una vez. El viaje vale muchísimo la pena, sobre todo si deseas sumergirte en la melancolía con una sonoridad absolutamente alucinante. La voz de Billie es perfecta para eso, y Finneas; un genio. «En toda mi vida, nunca he sido una persona feliz, de verdad. He sido una persona alegre, pero no feliz. Experimento la alegría y la risa y puedo encontrar diversión en las cosas, pero soy una persona depresiva (…) Esta vez, literalmente estaba como, ‘No me importa. Ni siquiera quiero que mejore’».

Hit Me Hard and Soft es un candidato fuerte a convertirse en el disco del año en los próximos Grammys e hizo que la artista californiana consiguiera el primer lugar en Spotify en agosto.

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