Película Emilia Pérez

Guía para entender las polémicas en torno a “Emilia Pérez”

“Emilia Pérez es todo lo que está mal en una película: estereotipos, ignorancia, falta de respeto, el lucro de una de las crisis humanitarias más graves del mundo (desapariciones masivas en México). Ofensiva. Frívola. Ganará premios, pero también el desprecio de las víctimas”. Así comenzaba un intercambio de mensajes entre la periodista mexicana Cecilia González y la escritora argentina Mariana Enríquez, que en su propia cuenta de Instagram compartió su irritación hacia la última película de Jacques Audiard, Emilia Pérez, diciendo: “Me enfermó esa película sobre narcos mexicanos, sin mexicanos, y con diálogos de Google Translate. Sé que la mayoría se puso loca por Selena y la criticó a ella, pero la verdad no es lo más grave”, consignó.

Sus comentarios son solo un ejemplo de las cientos de críticas que ha suscitado el filme, ganador del Premio del Jurado en la última versión de Cannes y de 4 Globos de Oros el pasado domingo, incluyendo el de Mejor Película de habla no inglesa y de Mejor Película comedia o musical. Cientos de personas en redes han manifestado su molestia con la cinta, que sigue la historia ficticia de Manitas, líder de un cartel mexicano que sueña con convertirse en mujer (Emilia Pérez) y que para eso contrata a una abogada (a la fuerza) para que lo ayude. El crítico de cine de Gatopardo, Alonso Díaz de la Vega, calificó la cinta de “racista” en su cuenta de X, y el actor mexicano Eugenio Derbez recibió una oleada de reproches tras decir que el español de Selena Gómez era “indefendible”, algo que se ha viralizado en TikTok con clips de la actriz.

Pero no es solo la audiencia mexicana la que ha tenido problemas con Emilia Pérez (y eso que se estrena recién el 23 de febrero en el país). Algunos críticos han calificado de “retrógado” el tratamiento de la transición de género. “No exijo un realismo total en todas las películas que veo. Incluso puedo apreciar el humor, intencional o no, de Emilia Pérez despertando de sus 5 millones de operaciones simultáneas. Pero espero que un cineasta tan cautivado por el concepto de transición, que ha mostrado un cierto nivel de sensibilidad consciente en sus esfuerzos anteriores por describir vidas distintas a la suya, muestre al menos una comprensión informada de cómo es ese concepto en la práctica”, escribió Harron Walker a The Cut.


Si todas estas aprensiones son ciertas, ¿cómo es que Emilia Pérez ha recibido tantos elogios de parte de la crítica? A continuación compartimos algunas pistas para comprender la polémica cinta: desde el origen de la idea hasta lo que ha dicho el director sobre ella.

La actriz estadounidense Zoe Saldaña acaba de ganar el Globo de Oro a Mejor Actriz de Reparto en una película de Comedia o Musical.

El origen de la idea
Una de las cosas que más molestia ha suscitado es que sea un director francés quien cuente y utilice la estética mexicana para abordar un tema tan delicado como el narcotráfico. En diversas entrevistas, el director ha contado que su interés por la historia surgió a partir de un personaje con que se topó en la novela Écoute (2018), del también francés Boris Razon, en donde el líder de un cartel mexicano añoraba con transicionar. Cuando el autor de la obra le dijo que no seguiría desarrollando el personaje decidió seguir adelante con la historia y escribió una ópera. Esa fue su primera aproximación a la trama, fascinado por la idea de la paradoja: algo que ha explorado en otros filmes bajo la premisa ‘¿Cuántas vidas tiene uno derecho a vivir?’.

En un conversatorio con Guillermo del Toro dijo lo siguiente: “Tienes una persona que viene de la hipervirilidad, el hipermachismo, el hiperpatriarcado, como quieras llamarlo, y que se acerca a la feminidad. Creo que es una paradoja muy interesante”, dijo. “No sé qué me pasó, pero escribí un libreto para una ópera y lo dividí en actos. Consistía en cuadros más que en escenas. Los personajes eran arquetípicos, tenían muy poca sicología. Eran más bien sentimientos en movimiento. Y todo esto me resultaba muy curioso”. De ahí surgió luego la idea del musical.

Aunque el director no ha sido explícito respecto a su elección de México como contexto de la historia, sí confesó que viajó varias veces al país para buscar locaciones y que no pudo encontrar ninguna que cumpliera con la idea que tenía en mente. Se dio cuenta que si quería grabar allí, tendría que utilizar muchos recursos de estilización y prefirió grabar todo en un estudio en París.

De hecho, la originalidad del musical, el dinamismo de las escenas y la bella cinematografía son los elementos que más han elogiado de Emilia Pérez. Guillermo del Toro, por ejemplo, en ese mismo conversatorio, dijo que era “muy bonito ver una película que es cine” y elogió al director como “uno de los cineastas vivos más asombrosos”. Tampoco tuvo reparos con las grabaciones en Francia ni con la mirada del director sobre su país. Sus elogios se centraron en las formas: los cambios de tono en el relato, el montaje, la originalidad, el uso de la luz.


Ninguna pregunta incómoda. El director al menos le confesó a Del Toro que no sabía si Emilia Pérez era un buen reflejo de la cultura mexicana. Uno se pregunta, ¿cómo fue que el director decidió darle una impronta mexicana al filme? ¿Integrando a los mariachis que cantan al inicio? ¿O por la música y procesión que vemos al final? ¿Por el corazón que aparece en el afiche? No siendo mexicano, estas elecciones se pueden sentir antojadizas. Además, la corrupción, la violencia y el narcotráfico son realidades que afectan a muchos otros países también.

La selección del elenco
El español que escuchamos en la cinta ha sido otra de las grandes polémicas. A pesar de estar ambientado en México, solo la actriz que interpreta el papel de Epifanía, Adriana Paz, es mexicana y tiene el acento adecuado. Karla Sofía Gascón es española. Zoe Saldaña es americana de origen dominicano y puertorriqueño, y Selena Gómez, aunque tiene herencia mexicana, es estadounidense y su primera lengua es el inglés. Su performance, de hecho, ha sido el principal foco de críticas, sobre todo en redes sociales, pues se notan mucho sus limitaciones respecto al uso del español, a pesar de que ofrece una actuación muy expresiva. 

Quizás lo que más ha molestado fue la respuesta de la directora de casting Carla Hool a la pregunta de por qué no escogieron actrices mexicanas, a lo que ella respondió que los mejores talentos estaban en Estados Unidos y Europa. “Queríamos mantenerlo muy auténtico, pero al final del día los mejores actores que encarnaron a estos personajes son los que están aquí, ¿verdad? Así que teníamos que averiguar cómo ajustar la autenticidad”, dijo. A eso se suma que Adriana Paz, la única actriz realmente mexicana, ni siquiera estuvo sentada junto a Gascón y el elenco en los Globos de Oro, para muchos otra muestra del racismo de la película.

Sobre este punto, hay que decir que no es la primera vez que Jacques Audiard hace una película en un idioma que no es el suyo. De hecho, ha dicho explícitamente que no le gusta grabar en su lengua materna porque tiende a obsesionarse con los detalles. Sus películas Un profeta y Dheepan están grabadas en árabe y tamil respectivamente. “Para mí, el lenguaje tiene una música. El ritmo, el sonido… es muy musical. No conocer la lengua me da una cualidad de distanciamiento”, dijo Jacques Audiard a W Magazine sobre este punto.


Podemos concluir que el uso de este lenguaje es una elección estética de parte del director. Ese es su estilo. El problema, quizás, viene cuando la crítica comienza a celebrar “lo latino”, cuando para la audiencia latina ninguna de las tres actrices principales representa algo de su realidad. Lo que le preocupaba al actor Eugenio Derbez cuando se refirió al español de Selena Gómez era que la audiencia de Cannes ni siquiera se habría percatado de las deficiencias del español. Ni de los matices del acento. Para esa audiencia así es el español, lo que echa a andar una generalización sobre la realidad hispanoamericana que es irritante para sus habitantes.

La actriz española Karla Sofía Gascón ha sido elogiada por su actuación como Manitas y Emilia Pérez.


La elección de Karla Sofía Gascón
El director ha dicho que si no hubiera encontrado a la actriz Karla Sofía Gascón, no habría hecho la cinta. Su intención era dotar de realidad y autenticidad el filme con su elección. Sin embargo, con las críticas de parte de la audiencia mexicana por el modo en que es retratado su país, la actriz se ha visto en vuelta en una serie de polémicas con los usuarios por sus respuestas a estos comentarios.


Esto la ha puesto en una posición incómoda. Siendo una mujer trans en la vida real, la actriz ha utilizado su espacio –como los recientes Golden Globes, donde Jacques Audiard le cedió el lugar para dar el discurso de agradecimiento– para alzar la voz por los derechos de las personas trans. ¿Pero qué pasa si su personaje o si la cinta no logran conectar con esa misma comunidad? 


En definitiva, uno puede decir que en el arte todo es posible. Pero también, que Jacques Audiard decidió abordar dos temas muy grandes, mezclarlos y explorar con ellos una idea (la paradoja) que no logra sostenerse del todo. El resultado es una película que ha dejado muchos cabos sueltos, y que a pesar de su bella cinematografía, ha despertado gran indignación.

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