El viernes 7 de enero experimenté una de las ventajas que tiene vivir en la capital del cine mundial. El cine Landmark incluyó en una de las funciones de Madres Paralelas (2021), la última película del cineasta español Pedro Almodóvar, una aparición especial de la protagonista del filme, Penélope Cruz. Aún con las preocupantes noticias sobre Ómicron en Los Angeles, la sala se llenó y la estrella hispana, que ingresó vestida de jeans y una chaqueta rojo brillante cuando terminó la película, fue recibida con una ovación.
El reconocimiento del público, que de seguro incluía a muchas fanáticas y fanáticos de Cruz, tiene méritos de sobra por su actuación en Madres Paralelas, la que le permitió ganar el premio a Mejor Actriz en el Festival de Venecia 2021 y ser galardonada en la misma categoría por la Sociedad Nacional de Críticos de Cine en Estados Unidos este año, perfilándola de buena manera en la carrera por el Oscar.
La película, que en Latinoamérica será estrenada por Netflix, se centra en Janis (Penélope Cruz), quien pide ayuda al antropólogo forense Arturo (Israel Elejalde) para investigar la fosa común en la que fue enterrado su bisabuelo por las tropas franquistas previo a la Guerra Civil de España. Janis y Arturo entablan una esporádica relación que deriva en su embarazo, recibido con entusiasmo por el personaje de Cruz. Cuando está en el hospital esperando por el parto, Janis conoce a Ana (Milena Smit), quien también está al borde de dar a luz. A lo largo del filme, siempre con los bebés de por medio, la relación entre las dos mujeres se vuelve íntima, intensa y es atravesada por un secreto que guarda Janis, en una trama que mezcla elementos de thriller, suspenso, drama y comedia. Por momentos, apoyada en la música de Alberto Iglesias, la cinta presenta un sello hitchcockiano que recuerda particularmente la estética de Vértigo (1958), obra maestra del cineasta británico. Sorprende la combinación de esta historia de suspenso con el tema de las fosas comunes, que el guion siempre trata con seriedad y realismo. Aún cuando existen varios documentales y novelas que abordan este oscuro episodio del pasado español, esta película –con su elenco, director, nominaciones y premios–, hecha en tiempos donde el pasado se mira con demasiada distancia, tiene el potencial de darle otro alcance a la discusión: la excavación de muchas fosas comunes, y con ello la reparación de muchos familiares de víctimas del franquismo, sigue pendiente.
Tras recibir los aplausos del público que llegó al cine Landmark, en una distendida conversación con el Editor de Premios de Cine de Variety Clayton Davis, la protagonista de la cinta se refirió a la decisión de Almodóvar de incluir el tema de las fosas y entrecruzarlo con el conflicto entre los personajes femeninos: “Algo así [con la película] puede viajar aún más e inspirar cosas buenas. Es increíble la forma en que él [Almodóvar] une estas dos historias, lo que representa un dilema moral para mi personaje, porque de alguna manera ella está luchando por la verdad, tratando de inspirar a las generaciones más jóvenes para que no cometan los mismos errores, y mintiendo sobre las cosas más importantes en su propia casa. Fue muy interesante representar este dilema. Todos los días mi adrenalina estaba muy alta, era como adictivo, porque lo que él está mostrando es muy inspirador, y para mí eso va más allá de cualquier debate político, o cualquier postura”.
Mientras era captada por las cámaras de improvisados fotógrafos en todos los rincones de la sala, Cruz también comentó que Almodóvar le contó por primera vez sobre el guion de Madres Paralelas hace alrededor de 20 años, tiempo que coincide con el momento en que el tema de las fosas comenzó a tener más presencia en el arte hispano, y que la volvió a contactar para el proyecto en la primera época de cuarentenas por COVID, ahora sí con un plan concreto. Acerca del director, la actriz agradeció la confianza de escogerla para interpretar papeles tan distintos, y elogió su capacidad de generar emociones en sus elencos: “Cada decisión que toma sobre colores, texturas, materiales… Todo está ahí por un motivo. Nos ayuda mucho. Entramos en el set y se siente esa energía, que cambia de un set a otro”. De acuerdo a Cruz, la energía sobró en las grabaciones, ya que con su coprotagonista, la joven Milena Smit, se abrazaron, besaron y lloraron juntas en muchas ocasiones, e incluso batallaron secretamente por la atención del bebé las acompañó en el rodaje. Con esta anécdota, la ganadora del Oscar a Mejor Actriz de Reparto por Vicky Cristina Barcelona se despidió de quienes asistimos, aceptó las solicitudes de selfies y autógrafos de unos pocos afortunados sentados cerca de la salida, y se retiró bajo un nuevo baño de aplausos.
