“The Freak”, que iba a ser la postrera producción del famoso cineasta, contaba la odisea de una niña con alas nacida en Chile. Su avanzada edad y problemas varios impidieron su realización. Por Daniel Olave M.
Sarapha “es una criatura hermosa con alas… un pájaro con cuerpo humano”. Así describía el actor, comediante y cineasta de origen británico Charles Chaplin al personaje protagónico de The Freak (El fenómeno), la que debió haber sido la última película del creador de La quimera del oro, El gran dictador y Tiempos Modernos. La historia quedó plasmada en un guion completo, pero de producción inconclusa. Considerado su último gran proyecto, estuvo una década tratando de sacarlo adelante. La familia lo mantuvo en el mayor secreto posible hasta que, recién hace unos años, se tuvo acceso a los detalles al ser editado como libro.
El guion narra la historia de la hija de una pareja de misioneros británicos que, debido a los viajes de sus progenitores, termina naciendo en el sur de Chile. La especial Serapha cae un día desde el cielo y atraviesa el techo de la casa de un profesor. Su habilidad para volar gracias a sus milagrosas alas blancas la asemeja a un ángel y entonces, el lugar se convierte en un punto de peregrinación para enfermos y discapacitados que recurren a ella en busca de sanación.
Pero más adelante, la chica es secuestrada y llevada de vuelta a Inglaterra, donde vive todo tipo de peripecias y desgracias: es maltratada, abusada y termina en Londres, donde es exhibida a cambio de dinero. Como un fenómeno de feria, como El hombre elefante que Lynch filmaría años después. Acosada por las multitudes de individuos que buscan un milagro, logra escapar, pero antes debe encarar un juicio para demostrar que ella es un ser humano. Su único objetivo es volver a Chile, a su amada Patagonia, pero no logrará hacerlo.
La idea para este inusual proyecto surgió a fines de los años sesenta, luego del fracaso de su filme La condesa de Hong Kong, que protagonizaron Sofía Loren y Marlon Brando. Tras exiliarse en Suiza debido a la persecución política que sufrió de parte de las autoridades estadounidenses y vivir el decaimiento de su carrera, Chaplin tuvo problemas de salud. Pero se mantuvo por años trabajando en el desarrollo de The Freak. Él sería el guionista y director, guardándose una pequeña aparición como un viejo borracho que observa incrédulo a la joven volando sobre el cielo de Londres. El rol protagónico estaba reservado para la hija de su matrimonio con Oona O’Neil, la en ese entonces adolescente Victoria Chaplin.
Según comentó uno de sus hijos, Michael Chaplin, tras leer el guion: “Me pareció un cuento de hadas muy hermoso. Algo que tal vez solo un hombre de su edad puede imaginar, puede soñar. Un sueño muy encantador”. Pero Chaplin no solo escribió el guion completo, también realizó pruebas técnicas y de efectos especiales, probando las alas de utilería en el cuerpo de la joven Victoria, tal como se puede apreciar en las imágenes del documental Charlie Chaplin, The Forgotten Years, de Beat Hirt y Felice Zenoni, una producción suiza que recoge el periodo del realizador en ese país. A pesar de su avanzada edad y de que diversos motivos demoraban la producción, siguió trabajando en el que, sentía, sería su testamento cinematográfico. Antes incluso de poder levantar el financiamiento para la película, de su propio bolsillo contrató diseñadores para hacer los storyboards y buscar posibles soluciones para los efectos en una época muy anterior a los FX digitales.
Pero a sus problemas de salud y los desafíos técnicos que conllevaban las escenas de vuelo se sumó que su hija abandonó el proyecto. Con apenas dieciocho años, Victoria se fue a Francia para estudiar arte dramático, pero allá se entusiasmó con el arte circense y conoció al artista francés Jean-Baptiste Thierrée (nieto del también famoso actor y director de cine francés, Jacques Tati), con quien luego se mudó, se casó y terminó formando la compañía de circo Les Nouveaux Saltimbanques en 1971. Incluso, juntos participaron en la película I clowns de Federico Fellini.
Charlie Chaplin murió el 24 de diciembre de 1977, cuando tenía ochenta y ocho años. Como todo su legado, el material de su proyecto inconcluso quedó preservado en los archivos italianos de la Cineteca di Bologna. Ellos han sido los responsables de resguardar su obra. En diciembre de 2020 publicaron un libro con el guion completo de The Freak, el que además incluye una gran cantidad de material extra que hasta entonces era totalmente desconocido: notas manuscritas del propio realizador, fotos, ilustraciones, imágenes de los ensayos filmados del proyecto. El director de los archivos de Bolonia, Gianluca Farinelli, lo considera el «testamento artístico» de Chaplin.
En el epílogo del libro, Farinelli señala que The Freak es la primera película de Chaplin en la que una mujer es tanto la protagonista como el «único personaje positivo». The Freak «se suponía que era un homenaje a las mujeres de su vida», escribe, que incluye entre las actrices con las que trabajó a su cuarta esposa Oona O’Neill y sus queridas hijas, en particular Victoria.
En su texto, Farinelli indica que, ya octogenario, Chaplin se había liberado de tener que aparecer en pantalla para dejar que «su imaginación pueda correr libremente». Por fin, su popular personaje, el vagabundo, en su último trabajo «podría adquirir la apariencia de una mujer-pájaro, de un fenómeno».


